Por Redacción Argenports.com
En una nueva etapa del programa de recuperación de infraestructura portuaria, el Consorcio Portuario Regional Mar del Plata concretó el traslado y hundimiento del buque pesquero inactivo “Ribazón Dorine”.
La embarcación permanecía amarrada en la sección 5ª de la Terminal 2 desde 2007.
El casco, de 38,5 metros de eslora, fue removido del sector operativo para ser incorporado al parque submarino Cristo Rey.
Dicho espacio se encuentra frente a la costa marplatense y fue diseñado para el desarrollo de actividades de buceo recreativo y turístico.

Tareas preliminares al retiro del pesquero inactivo.
Un puerto más operativo y sustentable
“El plan de recuperación de espacios operativos nos permitió, hasta la fecha, recuperar más de 1.200 metros lineales de frente de amarre”, señaló Marcos Gutiérrez, presidente del Consorcio Portuario.
“Estos espacios hoy pueden ser utilizados por embarcaciones en actividad”, agregó.

El buque es trasladado hasta su destino final.
La maniobra de traslado y hundimiento contó con el trabajo conjunto de Prefectura Naval Argentina y Remolcadores Mar del Plata.
También se sumaron Canal & Canal, el grupo Bioda, la escuela Thalassa y la empresa Moscuzza, propietaria de la embarcación.
Aporte para el turismo submarino
El “Ribazón Dorine” se agrega a otras embarcaciones que ya forman parte del parque submarino Cristo Rey.
Entre ellas figuran los cascos de los buques Cristo Rey, Kronomether, Simbad y el Sirius, este último hundido en 2023 bajo la misma modalidad.

Progresivamente, el puerto marplatense recupera espacios operativos.
El parque, promovido como un atractivo para el buceo deportivo y el turismo subacuático.
De esta forma crece en oferta para visitantes y especialistas, al tiempo que contribuye a liberar espacio en sectores estratégicos del puerto.
Alternativas para remover buques inactivos
Además del hundimiento controlado, el Consorcio Portuario continúa ejecutando tareas de remoción mediante desguace o traslados a otros destinos.
Un ejemplo reciente es el caso del pesquero Giuliana, de 63,89 metros de eslora, que fue remolcado hacia el puerto de Quequén, donde será desguazado y reducido a chatarra.
Estas acciones, según explicaron desde el ente portuario, buscan mejorar la eficiencia de las operaciones en muelles y optimizar el uso del espacio disponible, con un enfoque sustentable y de preservación ambiental.