El río Paraná va rumbo a cumplir tres años de bajante extrema

06 abril 2022

Para los próximos meses no se esperan grandes modificaciones, según las proyecciones oficiales.


Según los pronósticos oficiales, el panorama no cambiará demasiado durante el otoño. Foto El Litoral.


Redacción Argenports.com

   Sin pronósticos alentadores a la vista, el río Paraná se apresta a cumplir tres años de bajante extrema e histórica.

   Así lo indicó el ingeniero Hugo Rohrmann, docente e investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne).

   Después del último ciclo de inundaciones y partir de mediados del 2016, el río se ubicó en alturas de normal a baja, para iniciarse luego con fuerza un período de bajante extraordinaria desde junio de 2019 hasta la actualidad, con registros por debajo de los 2 metros en los puertos de Corrientes y Barranqueras, y hasta con valores mínimos de 10 centímetros durante algunos períodos.

  Según el diario El Litoral, Rohrmann señaló que los pronósticos trimestrales no prevén una modificación sustancial del escenario de aguas bajas para el río Paraná.

   “Todas las esperanzas se concentran entonces en la próxima temporada de lluvias que comienza entre septiembre y octubre, que debería ser definidamente superior a lo normal en lluvias, para que se defina la finalización de esta gran bajante que hace 50 años no se registraba”, dijo el investigador al diario santafesino.

   Tamaña extensión de la bajante en el tiempo fue pocas veces registrada en la serie histórica de mediciones oficiales de la altura del río, que hacen recordar los 3 años consecutivos de bajante excepcional, que fueron los años 1968 a 1970.

   Rohrmann aclaró que la actual bajante extraordinaria tiene la particularidad de producirse en un escenario histórico de mayor volumen promedio de agua del río Paraná, pues hasta el año 1970 el caudal promedio del río era 15.300 m3/s en la zona, y en los últimos 50 años se elevó a 19.000 m3/s, una de las consecuencias beneficiosas de la construcción de más de 60 represas hidroeléctricas, además de los motivos de incremento de precipitaciones y cambio de uso del suelo en el sur brasileño, de selva a agricultura.

   Otro impacto negativo que apareció hacia fines del 2021 y durante el presente año, es la menor generación de energía hidroeléctrica de las grandes centrales de Itaipú y Yacyretá, donde la bajante ocasiona que generen energía solo algunas de las turbinas instaladas, hecho recientemente destacado por la Entidad Binacional Yacyretá.

   “Son numerosos los problemas o nuevas situaciones generadas por la prolongación del periodo de aguas bajas. Lo importante es poder realizar un monitoreo tanto desde los organismos competentes como desde distintas áreas disciplinares de la ciencia, para poder dimensionar este fenómeno histórico”, destacó el docente de la Unne.