Por Redacción Argenports.com
En el Agribusiness Forum 2025, organizado por AmCham, la Hidrovía Paraná–Paraguay volvió a estar en el centro de la escena. Empresarios y exportadores coincidieron en que el sistema fluvial más importante del país quedó rezagado frente al aumento de la producción y de las exportaciones.
Por esta vía circula cerca del 80 por ciento de los embarques nacionales, en su mayoría granos, harinas y aceites. Su modernización aparece como una condición indispensable para sostener la competitividad del agro argentino.
“La Hidrovía quedó chica”
Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC, remarcó que el dragado y el calado actuales generan sobrecostos y restan competitividad frente a competidores como Brasil.
“Necesitamos obras que nos permitan operar con buques de mayor porte; de lo contrario, perderemos oportunidades en los mercados internacionales”, advirtió.

Gustavo Idígoras, durante su participación en el evento. Foto Infocampo.
El sector privado reclama una profundización que habilite embarcaciones más grandes, lo que reduciría costos por tonelada y abriría el acceso a destinos internacionales más competitivos. También piden previsibilidad regulatoria y un esquema tarifario transparente.
El Gobierno reconoce demoras
En el foro participaron funcionarios como Luciano Masnú, de la Agencia de Transformación y Privatizaciones, y Gastón Benvenuto, de la Administración General de Puertos.
Ambos confirmaron que la licitación de la Hidrovía sigue en marcha, aunque reconocieron que los plazos se extendieron más de lo esperado.
Benvenuto, segun precisó La Nación, señaló que el nuevo contrato buscará transparencia y previsibilidad, con un esquema en el que el concesionario asuma los riesgos empresariales sin avales estatales.

Próximos pasos en la licitación
La audiencia pública convocada para noviembre por la Agencia Nacional de Puertos y Navegación será un paso central en el proceso.
Allí se debatirá el informe ambiental exigido por el Decreto 709/2024 antes de adjudicar las obras y el mantenimiento del sistema.
Para los empresarios, la demora ya genera costos adicionales. Para el Gobierno, se trata de un requisito indispensable que otorgará legitimidad al futuro contrato de concesión.