Guiscardo explicó que las tareas demandarán entre dos y tres meses por cada uno de los dos bloques, es decir que se extenderían, por lo menos, hasta fines de marzo del año que viene si se cumplen los plazos mencionados.
Por Redacción Argenports.com
Luego de un primer pozo seco en el bloque CAN (Cuenca Argentina Norte) 100, traspié que no sorprendió a los especialistas porque seguramente no será el último, y en octubre próximo la exploración petrolera offshore continuará a unos 190 kilómetros de Mar del Plata.
En tal sentido, los trabajos incluirán relevamientos de datos sísmicos en los bloques CAN 107 y 108, abarcando dos áreas de 8.300 y 7.800 km2 respectivamente y en zonas de aguas someras y profundas que van desde 200 a 2.500 metros de profundidad.
Como se ha venido informando, Shell es la principal empresa operadora, con el 60% de participación, mientras que Qatar Petroleum tiene el 40% restante.
El 3 de julio pasado, se llevó a cabo una audiencia pública para evaluar el impacto ambiental del proyecto offshore, proceso que no es vinculante.
En declaraciones al diario La Capital, Marcelo Guiscardo presidente del Clúster de Energía de Mar del Plata, dijo que en octubre se espera que la actividad empiece en los bloques CAN 107 y 109.
“Participé de la audiencia pública, se cumplieron los requisitos y se va a hacer”, aseguró.
Las tareas demandarán entre dos y tres meses por bloque. Es decir que se extenderían, por lo menos, hasta fines de marzo del año que viene si se cumplen los plazos mencionados, mientras que la inversión ronda los 90 millones de dólares.
La exploración sísmica es el primer paso para rastrear dónde es posible perforar y hallar hidrocarburos en las profundidades, a partir del impacto de ondas sonoras.
Los datos obtenidos proporcionarán información detallada sobre la geología del subsuelo, una especie de “mapa” del lecho marino.
Según anticipó Shell, para la exploración se prevé la utilización de un buque sísmico, el cual irá acompañado por dos embarcaciones de apoyo. Una de ellas es el buque de guardia o seguimiento (escort).
Su función será la de garantizar una navegación segura, “sin interferencias con otras embarcaciones”.
El otro barco de apoyo es uno logístico (supply). Su misión será abastecer el buque sísmico de provisiones e insumos, así como la realización de cambios de tripulación.
La movilización se realizará zarpando desde el puerto marplatense, ubicado a una distancia de más de 190 kilómetros desde el vértice noroeste del área operativa sísmica.
Durante la ejecución del proyecto, cuando se requiera combustible, alimentos frescos y suministros, Mar del Plata será la base de los servicios logísticos.
Además, en el puerto se realizará la descarga de los residuos generados a bordo a cargo del buque de apoyo y también se utilizará para los cambios de tripulación.
Una vez finalizada la sísmica, con el posterior análisis de la información recabada, el siguiente procedimiento para confirmar la presencia de hidrocarburos es realizar un pozo exploratorio. Esto ya implica una perforación -para lo cual se necesitará justamente un buque perforador- para obtener datos más detallados.
Si bien el antecedente inmediato del pozo Argerich-x1 , a fines de junio, cuando no se registraron “indicios claros” de presencia de hidrocarburos-, Guiscardo mostró prudencia y optimismo respecto a las potencialidades del offshore de cara a la próxima exploración.
“Los tiempos se mueven lentamente porque son inversiones de mucho riesgo y muy grandes. La planificación lleva años”, señaló el empresario.
“Más allá de que el Argerich es un pozo exploratorio seco, ha dado certezas. Hasta ese momento, no se había perforado la zona, solo había datos sísmicos. Equinor, Shell e YPF (las empresas que tienen los permisos para operar en el bloque CAN 100) tienen ahora la información del lugar, pueden mejorar sus sistemas de prospección y tener una mejor llegada para encontrar petróleo la próxima vez”.
Guiscardo recordó que, antes de encontrar hidrocarburos en Noruega, por caso, Equinor tuvo “36 pozos secos”. “Es una actividad de mucho riesgo. Estos son proyectos muy grandes. De haber encontrado algo, no habría producción de petróleo hasta 2031. Hay que poner mucha plata. De todos modos, yo sigo siendo optimista con las posibilidades de hallar petróleo”, expresó Guiscardo.
A su entender, “no hay que perder las esperanzas” por lo sucedido con el Argerich, ya que “es parte natural del proceso de descubrimiento de un reservorio de hidrocarburos que pueda ser explotable: el área es enorme y hay probabilidades”.
En la misma línea, ponderó el desenvolvimiento de Mar del Plata como puerto logístico de la actividad.
“La ciudad se recibió de puerto offshore. El barco entra, hace lo que debe hacer y se va. Eso es porque está cerca de las vías navegables. Además, hay varias cooperativas que contribuyen con la atención de las embarcaciones”, explicó.
Guiscardo recordó que, mientras se mantenían las operaciones en el bloque CAN 100 meses atrás, “Equinor no perdió un solo día”. Por eso “el puerto pasó el examen”.
En la misma dirección, según precisó La Capital, también se manifestó el periodista y escritor Aldo Duzdevich, quien se refirió a la exploración offshore en la región de Mar del Plata.
Incluso fue crítico al mencionar que en estos días se leyó “en alguna prensa poco informada títulos tamaño catástrofe sobre el proyecto offshore y todo porque el consorcio Equinor-YPF-Shell comunicó en frío lenguaje técnico que el pozo exploratorio Argerich resultó “pozo seco”. Convengamos que “seco” es un adjetivo poco feliz. Pero son los términos que usan los especialistas de la industria. No les preocupa mucho el “timing” comunicacional”, consignó.
Durante una cena en el puerto marplatense, también aludió a que Equinor perforó 34 pozos secos en Noruega antes de encontrar sus yacimientos productivos.
Además, señaló que aproximadamente 27 pozos secos fueron perforados en la Cuenca de Santos antes del descubrimiento del yacimiento Tupi en 2006, que marcó el inicio de la explotación del Presal en Brasil y llevó a Lula a decir: “Esto ratifica que Dios es brasileño”.
De hecho, Brasil, que hasta hace pocos años era importador neto de gas y petróleo, acaba de subir al séptimo lugar entre los productores de crudo del mundo, y el primero de Sudamérica por encima de Venezuela.
“Gracias al fracking y el offshore, EE.UU. es el primer productor mundial de crudo, seguido por Rusia y Arabia Saudita. Suena contradictorio que ciertas corrientes políticas argentinas, que se dicen antiimperialistas, se opongan a producir gas y petróleo en suelo nacional para que lo terminemos importando desde EE.UU.”, acotó Duzdevich, en declaraciones que consignó La Capital.
Fue allí donde dio espacio a la ironía al señalar:
“No sé si los directivos de Shell leyeron algunos diarios porteños que explicaron “el fracaso del offshore” en la Cuenca Argentina Norte. Si leyeron ese razonamiento, se habrán asombrado: en los próximos meses, Shell piensa invertir 80 millones de dólares en exploración sísmica, en un área pegada al Argerich.
“Esto solo remite a dos opciones: o a los tipos de Shell les gusta pasear en barco y gastarse 80 millones haciendo ruido para asustar ballenas, o el fracaso anunciado por algunos diarios goza de muy buena salud”, aclaró.
En paralelo a los avances en la exploración offshore, en las últimas semanas hubo novedades sobre la situación de otras áreas de interés en el mar Argentino.
A través de la resolución 159/2024 del 11 de julio pasado, el Gobierno nacional declaró la extinción de los permisos de exploración sobre los bloques CAN 111 y 113 a las empresas Total Austral S.A y BP Exploration Argentina Limited. Habían sido adjudicados en 2019.
De esta manera, las áreas, ubicadas más hacia el sur, frente a las costas de las provincias de Buenos Aires y Río Negro, fueron transferidas de nuevo al Estado nacional.
“Las empresas informaron su decisión de renunciar a los permisos de exploración de hidrocarburos otorgados sobre las áreas CAN 111 y CAN 113, y revertirlos en su totalidad”, precisó escuetamente la resolución de la Secretaría de Energía.