El futuro puerto que proyecta construir el Grupo Mirgor genera preocupación en los ambientalistas.
Redacción Argenports.com
“El diseño del puerto de Mirgor en la Reserva Costa Atlántica y sitio Ramsar, es una bomba de tiempo ambiental. El tipo de diseño propuesto podría provocar la erosión de hasta 300 metros costa adentro en caso de fallas estructurales en su funcionamiento”.
Así cuestionó la Asociación Manekenk el diseño del puerto que Mirgor propone construir en Río Grande, el cual pone en riesgo, entre otros aspectos y según la ONG, la Reserva Hemisférica de Aves Playeras.
La entidad menciona que el estudio de impacto ambiental, realizado por la Consultora Serman y Asociados a pedido de Mirgor, incluye el análisis de “reconocidos especialistas en la provincia en cada tema”, entendiendo que ofrece información “con sumo detalle y profundidad las graves afectaciones a la costa y a la Reserva que producirá el tipo de puerto que se pretende construir”.
“Como organización de la sociedad civil, entendemos que el desarrollo de infraestructura es importante en la medida que responda a las necesidades del desarrollo local, contribuya a fortalecer nuestros derechos soberanos y tenga una inserción armónica con el medio socio-ambiental”, destacaron desde Manekenk.
Sin embargo, aclararon que “no podemos dejar pasar algunas observaciones significativas que llamaron nuestra atención al analizar profundamente los riesgos ambientales que dicha obra podría causar en caso de sostener el modelo de puerto proyectado”.
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Entre las observaciones realizadas por la ONG se menciona que “el emplazamiento propuesto se halla dentro de la Reserva Provincial Costa Atlántica, en cuyas recomendaciones se invita particularmente a no admitir la actividad portuaria, además de haber sido declarado sitio de importancia hemisférica de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras, considerado además como sitio RAMSAR y Área Importante para la Conservación de las Aves (AICA)”.
“En este mismo sentido, como objetivo de interés ambiental y turístico para el Municipio de Río Grande, se trata de una Zona Especial de Interés Ambiental (ZEIA) dentro de la Cinta Costera del Mar Argentino”, agregaron.
Asimismo, advirtieron que “la alteración de la zona intermareal asociada al funcionamiento de un denominado by-pass de sedimentos, el cual no puede dejar de funcionar en ningún momento, con demanda de energía para el bombeo de dichos sólidos, poniendo en riesgo la biodiversidad (sitio de alimentación de aves migratorias) y el patrimonio paleontológico”.
“El funcionamiento del sistema de bombeo de sedimentos (by-pass) de un lado al otro de las obras de abrigo, condiciona toda la obra y su funcionamiento. Además en todo el estudio de impacto ambiental, su correcto funcionamiento es puesto en duda permanentemente”, explicaron.
La asociación alertó que “la solución prevista para evitar la acumulación de material en la costa implica el transporte diario de un estimado de 350/500 m3 (más de 40 camiones diarios) a través de un tubo que capte los sedimentos por un lado, los transporte bajo el canal de acceso al puerto, y los disperse del otro lado”.
“No hay antecedentes que permitan asegurar el éxito de este denominado by pass. Si no funciona, o la empresa abandona la operación, el desastre costero será inevitable”, advirtieron.
“Un mal funcionamiento del by-pass podría provocar la erosión de la costa sur en más de 300 metros costa adentro y un crecimiento en el depósito de sedimentos en la zona norte de igual magnitud”, señalaron.
Asimismo, desde la ONG cuestionaron que el proyecto “no define si la fuente de agua dulce para garantizar la correcta construcción de las instalaciones será de acuíferos (el estudio no menciona si se conoce su existencia en las proximidades) u otras fuentes, con la consiguiente consecuencia en los usuarios y el ambiente.
Por otro lado, se propone una planta de osmosis inversa (desalinizadora) que no está prevista en el proyecto.
“La incógnita acerca de la obtención de conglomerados (materiales áridos) que utilizarán durante la construcción del puerto, no fue evaluado por desconocerse las canteras que los proveerán”, detallaron.
Además, remarcaron que “el estudio de suelos se encuentra pendiente de presentación”, por lo que “no está definido cuánto material árido se requerirá ni si provendrá de canteras cercanas, actualmente prohibidas en el área protegida Reserva Costa Atlántica”.
“La normativa actual no admite la instalación de un puerto en el sector, por lo cual esta obra condiciona al estado a tener que modificar una normativa aprobada en el plan de manejo de la Reserva”, indicaron.
Por último, desde Manekenk puntualizaron que “las modificaciones sobre el ecosistema y el paisaje son evaluados como de ‘Alto Impacto’ por los autores del informe”, por lo que “exigimos a la autoridad de aplicación que el estudio de impacto ambiental no debe ser aprobado”.
Ubicado a 25 kilómetros al norte de Río Grande, el futuro puerto del Grupo Mirgor se construirá en un predio de 224 hectáreas en Estancia ‘Las Violetas’.
Se trata de un puerto multipropósito que, en una primera etapa, solo recibirá a buques portacontenedores que trasladarán los insumos y productos de la empresa.
No obstante, desde la firma aseguran que el diseño de la obra resulta “lo suficientemente flexible para permitir una futura expansión del puerto”.
Estiman que el futuro puerto podrá recibir hasta 2 mil contenedores mensuales, por lo que no solo cubrirá las necesidades de transporte del Grupo Mirgor y sus empresas afiliadas, sino que además podrá satisfacer las necesidades de transporte del resto de las empresas fabricantes radicadas en Río Grande “atraídas por las mejoras logísticas y de costos que ofrece el flete marítimo”.