Por Redacción Argenports.com
La discusión sobre la ampliación de las dimensiones de los convoyes de barcazas en la Hidrovía Paraguay–Paraná vuelve a tomar fuerza.
Esto sucede en medio de un proceso normativo complejo, donde se entrecruzan intereses comerciales, seguridad, integración regional y desafíos ambientales.
1. Origen normativo argentino (2013)
En noviembre de 2013, durante la gestión de Horacio Tettamanti como subsecretario de Puertos y Vías Navegables, la Prefectura Naval Argentina emitió la Disposición RPOL 008/01-2013, que estableció límites máximos muy estrictos para los convoyes por empuje: 236 metros de eslora (largo) y 50 metros de manga (ancho), imponiéndolos para tramos como el Paraná Guazú, Paraná Bravo y Pasaje Talavera.
Esta normativa buscaba ordenar el tránsito y mejorar la seguridad en tramos sinuosos y angostos.

2. Marco regional y acuerdo original
La normativa fue más restrictiva que lo fijado originalmente en el Reglamento 7 del Acuerdo de Transporte Fluvial por la Hidrovía Paraguay–Paraná (ratificado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia a través de la Ley 24 385).
Ese reglamento establecía un marco más laxo, permitiendo convoyes de hasta 290 metros de eslora y 50 metros de manga en zonas críticas como los canales de entrada del Paraná Guazú.
3. Flexibilización normativa (2016)
El 7 de noviembre de 2016, bajo la gestión de Guillermo Dietrich como ministro de Transporte, la Disposición 34/2016 actualizó el régimen: autorizó nuevamente los convoyes de 290 m × 50 m, siempre que cumplieran con ciertos requisitos técnicos, como una potencia mínima de propulsión y estándares operativos específicos.
Sin embargo, en la práctica, la Prefectura continuó aplicando con rigidez el límite general de 290 x 50 metros en la mayoría de los pasos críticos.

4. Restricciones técnicas por tramo
Más allá de las normativas nacionales, el marco operacional varía según el tramo del río. Según estudios especializados, los límites se dividen así:
- 236 m × 50 m en tramos específicos como canales angostos.
- 290 m × 50 m desde la desembocadura del Río Apa (Paraguay) hasta Confluencia.
- Sin restricciones entre Confluencia y el kilómetro 458 del Paraná.
- Nuevos límites estrictos nuevamente desde el kilómetro 458 hasta Nueva Palmira.
5. Planteo reciente: Paraguay alza la apuesta
En mayo de 2025, una nota de ArgenPorts.com informó que las cámaras empresarias paraguayas propusieron ampliar los convoyes a 360 metros de eslora y 63 metros de manga, argumentando que eso permitiría mejorar la competitividad, reducir costos logísticos y aprovechar embarcaciones más potentes.
Desde Argentina, la propuesta es observada con cautela. Autoridades y especialistas advierten que un aumento de estas dimensiones podría generar problemas de maniobrabilidad en pasos críticos, incrementar el riesgo de accidentes y afectar la infraestructura fluvial, además de requerir inversiones adicionales en señalización y balizamiento.
Por eso, la postura argentina ha sido calificada como recelosa y conservadora, privilegiando la seguridad y la estabilidad operativa por sobre la rapidez en la adopción de cambios.
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6. Riesgo de accidentes y antecedentes recientes
La discusión no se da en un vacío: en los últimos años se registraron incidentes que pusieron en la mira la seguridad en la Hidrovía.
Uno de los más recientes fue el choque de un convoy en Entre Ríos, que evidenció la complejidad de las maniobras en tramos angostos y con alta densidad de tráfico.
Especialistas sostienen que el incremento del porte de los convoyes podría elevar la probabilidad de colisiones, encalladuras o daños en infraestructura fluvial, sobre todo en zonas de curvas pronunciadas o de paso simultáneo de varias formaciones.
También advierten sobre impactos indirectos, como la erosión de márgenes y cambios en la dinámica del cauce, que podrían afectar la navegabilidad a largo plazo.
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7. Tensiones regionales y desafíos
Este debate se inscribe dentro de tensiones más amplias por el uso de la Hidrovía, clave para el comercio internacional desde Paraguay y Bolivia. Restricciones argentinas ya habían provocado roces diplomáticos y mecanismos como el protocolo de disputas del Acuerdo de la Hidrovía podrían activarse si no se logra consenso.
8. Mirada técnica: señalización, seguridad, capacitación
Aumentar el tamaño de los convoyes sin reforzar señalización, informatización ni balizamiento pone en riesgo la seguridad fluvial.
Desde 2013 se viene señalando la falta de infraestructura adecuada y de formación especializada, lo que limita la capacidad de empujar límites sin comprometer la operativa segura.
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En definitiva, el debate por las dimensiones de los convoyes de barcazas en la Hidrovía no es solo técnico: es político, comercial, ambiental y regional.
Desde los estrictos límites fijados en 2013 por impulso de Horacio Tettamanti, pasando por la flexibilización parcial de 2016 bajo Guillermo Dietrich, hasta la reciente propuesta paraguaya y la resistencia argentina, queda claro que cualquier cambio debe equilibrar eficiencia logística con seguridad y cooperación regional.
El riesgo de accidentes, más presente que nunca, obliga a que la discusión se aborde con criterios técnicos sólidos y no solo económicos.