Por Redacción Argenports.com
El reciente decreto del Gobierno Nacional que desregula la actividad de la Marina Mercante Argentina generó una fuerte respuesta por parte de funcionarios bonaerenses.
Juan Cruz Lucero, subsecretario de Asuntos Portuarios, alertó sobre el impacto negativo que la medida tendrá en la soberanía nacional, el empleo industrial y la industria naval argentina.
“El 95% del comercio exterior argentino se transporta por vía marítima. Por eso, fortalecer nuestra marina mercante es clave para el desarrollo y la soberanía”, sostuvo Lucero a través de su cuenta oficial en la red social X (ex Twitter), donde desglosó los principales puntos críticos del decreto.
“Un decreto que favorece a flotas extranjeras”
Según el funcionario provincial, la normativa habilita el ingreso de buques con bandera extranjera, incluso dentro del cabotaje nacional, promoviendo el uso de banderas de conveniencia con regulaciones más laxas y condiciones laborales flexibilizadas.
Esto, advierte, implicará:
Pérdida de puestos laborales argentinos
Mayor dependencia de flotas extranjeras
Fuga de divisas asociada al uso de buques internacionales
Golpe a la industria naval y a los astilleros nacionales
Uno de los puntos más sensibles del decreto es la eliminación de la obligatoriedad de que las empresas del Estado construyan en astilleros nacionales, lo que según Lucero provocará el cierre de PYMEs navales, la pérdida de miles de empleos y un aumento en la importación de servicios navales que antes se realizaban en el país.
Asimismo, se permitirá que las reparaciones y reconstrucciones de embarcaciones se hagan en cualquier organización nacional o internacional, quitando trabajo a los astilleros locales.

La polémica sobre el futuro de la Marina Mercante nacional continúa.
Menor seguridad y precarización del trabajo marítimo
Otra de las disposiciones señaladas como críticas es la derogación del fondo para formación de tripulantes y la definición de tripulaciones mínimas para la navegación.
Para Lucero, esto implicará la pérdida de personal capacitado y un riesgo para la seguridad en la navegación, además de la precarización laboral por el posible ingreso de tripulantes extranjeros con condiciones laborales más débiles.
Además, el decreto declara a la navegación como servicio esencial, lo que elimina la capacidad de huelga y deja sin efecto los convenios colectivos de trabajo vigentes, deteriorando el salario y las condiciones laborales de los trabajadores del sector.
Un déjà vu de los años 90
Lucero recordó que durante los años noventa, políticas similares llevaron a la desaparición de Líneas Marítimas Argentinas (ELMA), una de las flotas mercantes más importantes del mundo con más de 60 embarcaciones, y a la destrucción de gran parte de la industria naval nacional.
“El modelo que el gobierno de Milei quiere replicar ya fracasó. Solo dejó como resultado pérdida de soberanía, cierre de astilleros y desindustrialización”, denunció.
“La Provincia reafirma su compromiso con la soberanía portuaria”
En contraposición al modelo de desregulación propuesto por Nación, Lucero afirmó que desde la Provincia de Buenos Aires, bajo la conducción del gobernador Axel Kicillof, se trabaja para fortalecer el control nacional sobre las vías navegables, impulsar el desarrollo portuario y defender el empleo argentino.
“Mientras el gobierno nacional continúa rifando los recursos estratégicos del país, desde la Provincia promovemos un Estado presente que utilice sus capacidades para garantizar que nuestras aguas sigan en manos argentinas”, concluyó.