Océanos enfermos. La tortuga expulsó unos 18 gramos de plástico, según señaló la fundación Mundo Marino.
Una tortuga marina que había quedado atrapada en la red de un pescador expulsó más de 10 tipos de plásticos diferentes al ser rescatada lo que pone en evidencia "la gran degradación que enfrentan nuestros mares", informó hoy la Fundación Mundo Marino.
La tortuga, de 35 centímetros de longitud, ingresó el lunes pasado al centro de rescate de esa fundación, situada en la localidad bonaerense de San Clemente del Tuyú, después de ser rescatada por un pescador artesanal de la zona al encontrarla enmallada en sus redes de pesca.
Pese a que en un primer momento parecía estar en buenas condiciones, la tortuga "comenzó a defecar una llamativa cantidad de basura entre las que se pudieron detectar más de 10 tipos de plásticos diferentes", detalló la fundación.
Entre ellos había fragmentos de tapas plásticas, manguera roscada, redes, telgopor, sachets, nylon, precintos plásticos, celofán, entre otros.
La organización ambientalista destacó que "no es el primer caso de estas características dado que en febrero de 2020 otra tortuga de la misma especie pudo ser devuelta al mar luego de expulsar durante su rehabilitación 14 gramos de basura".
Karina Álvarez, bióloga y responsable de conservación de la fundación Mundo Marino, señaló que “los animales que rehabilitamos son mensajeros de la gran degradación que enfrentan nuestros mares".
"En casos como el de esta tortuga, la acumulación de elementos no nutritivos en sus sistemas digestivos puede ocasionarles una sensación de falsa saciedad que va debilitando su salud paulatinamente”, precisó la especialista
Indicó además que esta ingesta de basura podría generar a la tortuga "una gran cantidad de gas en su tracto digestivo producto del plástico acumulado que generaría un “cuadro de chaleco salvavidas”, lo que vería afectada su capacidad de buceo e inmersión, tanto para alimentarse como para buscar temperaturas más aptas para su sobrevivencia”.
La vicepresidenta de la fundación, Andrea Cabrera, agregó que “el número de casos de animales afectados por acciones antrópicas no para de aumentar y nos revela la gravedad de la situación a la que nos enfrentamos".
"El caso de esa tortuga es muy simbólico porque muy probablemente podrá recuperarse, pero volverá a un ambiente que está cada vez más contaminado", sostuvo Cabrera.