Por Redacción Argenports.com
El viaje inaugural del buque portacontenedores Don Toyo, promocionado como un símbolo de avance para la marina mercante paraguaya, terminó convirtiéndose en un escándalo que pone bajo la lupa las debilidades del sistema de comercio fluvial del país.
Así lo señaló el analista Oscar B. Cortessi, experto en transporte internacional, en una columna publicada esta semana, en la que advierte sobre lo que considera un fracaso técnico y político de proporciones preocupantes.
Cortessi: “La pérdida del timón es reflejo de fallas graves en el diseño del Don Toyo”
Según Cortessi, el Don Toyo no superó su prueba de fuego. La avería sufrida durante su primer trayecto —cuando perdió una pala del timón tras impactar contra una margen del río Paraguay— no puede ser considerada un hecho menor.
Para el especialista, se trata de “un síntoma flagrante de fallos graves en el diseño y la ejecución de la construcción de la embarcación”.
“El proyecto fue objeto de escepticismo desde sus inicios”, recordó Cortessi, y afirmó que los retrasos operativos, sumados a la falla técnica, confirman “un fracaso estrepitoso” en el manejo del buque, lo cual evidencia “una cadena de decisiones mal tomadas y una falta de control alarmante”.
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En ese marco, criticó con dureza la “poca experiencia y escaso profesionalismo” de quienes estuvieron a cargo del proyecto, señalando la necesidad urgente de revisar los procesos de planificación, supervisión e inspección en la industria naval paraguaya.
Detención por presunto contrabando: “Una violación flagrante de las normas aduaneras”
Más allá de las fallas mecánicas, Cortessi apuntó directamente a la detención del buque en Argentina, ocurrida en aguas del Paraná, como un hecho de máxima gravedad institucional.
Cortessi, 1º Capitán de Marina Mercante, Perito Naval y Ambiental, Árbitro Marítimo y Perito de Siniestros, dijo que Don Toyo transportaba carga sin los conocimientos de embarque debidamente refrendados por la Aduana paraguaya.
A su entender, esto constituiría una violación de las normativas aduaneras y, en términos técnicos, “un acto de contrabando”.
El navío fue interdictado por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) de Argentina, luego de una inspección que reveló la falta de documentación válida sobre la carga transportada.
A juicio del autor, esto expone la “irresponsabilidad de los armadores y agencias marítimas involucradas”, pero también deja al desnudo “la inacción y debilidad de nuestras propias instituciones de control”.
Cortessi apuntó particularmente contra la Dirección General de Aduanas (DGA) y la Dirección de Marina Mercante, al considerar que han quedado “en una posición sumamente comprometida”.
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Llamado a una investigación urgente: “No se puede tolerar la impunidad”
Frente al impacto institucional y diplomático que podría generar este episodio, el especialista exige una investigación inmediata y transparente por parte de las autoridades paraguayas.
“La inacción o dilación solo alimentará la percepción de impunidad y debilidad institucional, en un sector clave como el comercio fluvial”, advirtió.
“La reputación internacional de Paraguay como actor confiable en el comercio regional está en juego”, alertó Cortessi, quien reclamó que el país pase “de la retórica a la acción”, reforzando los controles aduaneros, las normas técnicas de construcción naval y los mecanismos de fiscalización en la Hidrovía.
“El Don Toyo no debe ser el primero de una serie de fracasos”
Como cierre de su análisis, Oscar B. Cortessi dejó una advertencia contundente: “Si Paraguay aspira a consolidarse como un actor serio en el transporte fluvial, debe fortalecer sus instituciones. De lo contrario, el Don Toyo será solo el primer capítulo de una historia que podría repetirse”.
El caso reabre el debate sobre la eficiencia del sistema portuario y fluvial de Paraguay, en un momento clave para la región, donde la hidrovía Paraguay-Paraná se consolida como eje estratégico del comercio internacional.