Dos de las dragas más modernas de Jan de Nul operan en Bahía Blanca

Por Adrián Luciani / Argenports.com

aedgarluciani@gmail.com

   A muy buen ritmo avanzan las tareas de dragado de mantenimiento en el puerto de Bahía Blanca, tanto en el canal principal de acceso como en los sitios interiores.

   En el caso del canal principal, se efectúa un sobredragado de tres pies que permite un año de operaciones sin necesidad de un nuevo dragado.

   Las tareas fueron adjudicadas a la empresa Jan de Nul, a través de su subsidiaria en argentina, Compañía Sudamericana de Dragados, firma que destinó a dos de sus más modernas dragas.

   Estas son la Pancho, de bandera nacional, y la Ortelius, que lleva pabellón de Luxemburgo.

Mientras la Ortelius opera en el canal principal, la Pancho trabaja en los sitios interiores.

   La primera es una draga de inyección de agua, más pequeña que las de tolva de succión de arrastre, por lo cual resulta más eficaz para determinadas tareas, por caso el mantenimiento de las profundidades en sitios interiores de puertos y zonas poco accesibles de los ríos.

   Opera inyectando agua a baja presión en el subsuelo, lo que permite que el material del suelo se mueva.

Draga Pancho, en el puerto de Bahía Blanca.

   En el caso de la Ortelius, fue construida según los máxios requisitos ambientales de la Unión Europea y de la Organización Marítima Internacional (OMI), pudiendo dragar hasta una profundidad máxima de 35 metros.

   Este tipo de embarcaciones tienen capacidad de navegación completa y que se utilizan para mantener las vías navegables , profundizar los canales que están amenazados de sedimentación, para construir nuevas tierras en otros lugares o para reemplazar la arena erosionada por tormentas o la acción de las olas en las playas.

Draga Ortelius, foto Jan de Nul.

   Para conocer más detalles sobre los trabajos en marcha, Argenports.com dialogó con Gerardo Bessone, jefe del Area de Dragado y Balizamiento en el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca.

   Al ser consultado sobre las campañas de mantenimiento en zona de sitios y maniobras en los puertos de Ingeniero White, Galván y Rosales, dijo que estas tareas están a cargo de la draga Pancho, que por primera vez opera en el puerto bahiense, mientras que en el canal de acceso opera la Ortelius.

   “Las campañas estarían terminando, en el caso de la Pancho hacia finales de marzo, completando un período total de 50 días de dragado, mientras que en el caso de la Ortelius, según el plan de trabajo debería estar terminando aproximadamente a mediados de junio porque tiene 130 días de dragado.

Ingeniero Gerardo Bessone.

   Al ser consultado sobre los trabajos de sobredragado dispuestos, Bessone destacó que en esta oportunidad no sólo se está realizando un sobredragado en profundidad, sino que, en la zona del Canal del Toro se realizan sobreanchos de 50 metros para mejorar la maniobra y soportar mejor, en el período de intercampañas, la sedimentación.

   “Las zonas que se sobredragan tres pies son el Canal del Toro y el Canal Exterior, entre el par de boyas 12 y 16, y entre el par 4 y 8 en el Canal Exterior, también 3 pies”.

   En tal sentido, dijo que en la zona del Canal del Toro también va a haber entonces sobreanchos de 50 metros entre el veril verde y el veril rojo.

Rumbo a una mayor profundidad

   Hace muchos años que el puerto de Bahía Blanca tiene un calado operativo de 45 pies, profundidad que nunca quiso aumentar por no tener necesidad de hacerlo.

   Hoy por hoy el sistema portuario de Bahía Blanca se compone de una vía navegable de acceso constituida por un canal de 97 km. de longitud y 190 metros de ancho de solera, que posibilita la navegación de buques de hasta 45 pies (13,72 m.) de calado.

   Cabe recordar que en 2013, en lo que constituyó una obra fundamental para el crecimiento, el Consorcio encaró el dragado a 50 pies (con marea alta) del canal principal y sitios de atraque.

   Esto permite que los barcos salgan cargados a pleno durante un espacio mayor de tiempo y que lleguen buques de mayor porte, condición que justifica fletes lejanos.

   Si bien sus terminales operan perfectamente con un calado de 45 pies, las grandes inversiones en materia de hidrocarburos, algunas de ellas en marcha, hacen que ahora se pretenda llevar la profundidad a 50 pies.

   Por ese motivo, el Consorcio dispuso iniciar estudios para evaluar las características del lecho marino y determinar con qué equipo será conveniente dragar, a fines de 2024 o comienzos de 2025.

   Las evaluaciones incluyen, obviamente, la zona de Puerto Rosales, donde se prevé el ingreso de buques petroleros de gran tamaño, al igual que en Puerto Galván.