Por Redacción Argenports.com
El puerto de Ibicuy, en Entre Ríos, comienza a consolidarse como una plataforma estratégica para la exportación de ganado en pie, luego de que el Gobierno nacional derogara el decreto que por más de medio siglo limitó este tipo de operaciones.
La medida abre un nuevo capítulo para la actividad ganadera argentina y en particular para la Asociación Argentina de Exportadores de Ganado en Pie, que se prepara para reactivar los envíos al exterior, con Israel como primer destino confirmado y proyecciones hacia Turquía y Vietnam.
Infraestructura adaptada a exigencias sanitarias internacionales
En este contexto, el Gobierno de Entre Ríos impulsa una articulación público-privada para adecuar la infraestructura del puerto a las exigencias sanitarias internacionales.
El plan incluye la instalación de áreas de cuarentena, espacios de alimentación controlada y sistemas de trazabilidad, en coordinación con Senasa y otros organismos técnicos.

Ubicación del puerto de Ibicuy.
Desde la provincia señalan que esta nueva vía de exportación podría aumentar la rentabilidad del productor ganadero en hasta un 25%, sin competir con la industria frigorífica, sino como una alternativa complementaria que diversifica la oferta exportadora.
Una apuesta al desarrollo logístico y productivo regional
El puerto de Ibicuy, que en los últimos años ha retomado protagonismo como salida de cargas entrerrianas, se encamina ahora a cumplir un rol central en la inserción del país en nuevos mercados agropecuarios, en un contexto donde la demanda internacional por animales vivos vuelve a crecer.
La iniciativa no solo refuerza la competitividad del sector ganadero, sino que también apunta a dinamizar el desarrollo productivo del sur entrerriano, consolidando a Ibicuy como un actor táctico en el mapa logístico nacional.
También te puede interesar: Encuentro binacional en Ibicuy busca transformar el puerto en un nodo estratégico para el comercio regional
Por qué se prohibió la exportación en pie durante más de 50 años
La prohibición que rigió durante más de cinco décadas fue impulsada originalmente para proteger a la industria frigorífica nacional, evitar la salida de hacienda sin procesar y asegurar el abastecimiento interno de carne.
A ello se sumaban preocupaciones sanitarias y de bienestar animal: el país no contaba con infraestructura ni protocolos adecuados para garantizar el traslado internacional de animales vivos bajo estándares modernos.
En cambio, el enfoque agroindustrial argentino apostaba a exportar carne con valor agregado desde plantas locales.
Hoy, en un contexto global distinto, con mercados que demandan ganado vivo, tecnología sanitaria avanzada y una visión más flexible de las cadenas de valor, la reactivación aparece, según las autoridades entrerrianas, como una oportunidad para diversificar sin excluir al sector frigorífico, que sigue siendo un pilar clave del complejo exportador cárnico.