La laguna, en condiciones normales, tiene 32 kilómetros cuadrados de extensión. Foto El Litoral.
Redacción Argenports.com
Aunque por breve tiempo, los habitantes de la ciudad de Santa Fe volvieron a disfrutar de la presencia de la emblemática Laguna Setúbal.
Pese a sus 28 metros de profundidad en algunas partes y a los 3 metros de profundidad media, este espejo de agua había desaparecido completamente por la bajante histórica del Paraná y sus afluentes.
Hasta días atrás los bancos de arena y arcillas fueron protagonistas impensados de una nueva geografía desértica que amenaza con volver.
Según el diario El Litoral, ahora el agua volvió a ingresar a la laguna desde el río Paraná a través del delta del arroyo Leyes y apenas asoman a la luz los bancos más altos, de proporciones reducidas.
“Pero todo indica que esta creciente del Paraná será sólo “un suspiro”. El pronóstico del Instituto Nacional del Agua (INA) señala que este martes 14 el Paraná llegó a su pico y en las próximas horas comenzaría a descender nuevamente. Por ende, los bancos de arena y arcillas sólo se pegaron “un chapuzón” y pronto emergerán nuevamente contra el sol”, sostuvo ese medio de prensa.
El pico de bajante se dio hace casi un mes atrás, cuando el Paraná descendió en Santa Fe a -0,19 metros (18 de agosto). Luego se mantuvo por unos días en ese nivel y comenzó a subir lentamente. La tendencia proyectada por el INA para el 21 de septiembre es de 0,82 metros.
Bahía Blanca / Buenos Aires / Argentina
