El barco de la Prefectura amarrado en el Dique I del Puerto luce en perfectas condiciones y espera a los visitantes. Fotos Flavio Raina / El Litoral.
Un buque científico de la Prefectura Naval Argentina arribó al Puerto de Santa Fe tras navegar desde Buenos Aires en busca de muestras de laboratorio, para analizar la contaminación del río Paraná y la calidad de su agua.
El barco se quedará en la ciudad amarrado en el Dique I hasta el viernes y podrá ser visitado por la comunidad.
Se trata del "SPA-1 Dr. Leloir", de 19,5 metros de eslora, con tripulación mínima de 3 marineros y una máxima de 10.
A bordo viajan prefectos y biólogos que toman las muestras del río.
Luego las analizan en un laboratorio montado en el interior de la embarcación, que era un antiguo pesquero (el “Keratella”) que permaneció por varios años semi abandonado en el Puerto de Diamante.
A fines del siglo pasado fue restaurado en el astillero Tagerena, de San Fernando, y más tarde pasó de manos del Conicet a la Prefectura, para cumplir su actual función de investigación.
Hoy el “Leloir” luce en perfectas condiciones. Cuenta con un laboratorio y los camarotes para la tripulación. Sobre su cubierta tiene una toldilla para poder navegar al reparo del sol.
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El evento por el que arribó ahora a la ciudad es organizado en forma conjunta por la Prefectura Naval Argentina y el Ente Administrador del Puerto de Santa Fe.
Las actividades del buque incluyen charlas, visitas y exposiciones de muestras. Las mismas están dirigidas a los institutos educativos y al público en general.
“Bienvenidos a bordo”, dijo este lunes por la mañana el capitán del “Leloir”, el subprefecto Imanol Bastarrechea, y agradeció el recibimiento recibido al amarrar en Santa Fe.
La campaña científica “Concientizando, cuidando y controlando a nuestro río Paraná” es llevada a cabo por la Prefectura junto a la Dirección de Protección Ambiental.
Dicha campaña se divide en dos: por un lado, se toman las muestras del río para el análisis de la calidad del agua; y por el otro, se realizan tareas de difusión, que es el motivo por el cual el buque llegó el sábado a Santa Fe y desde este lunes abrió sus puertas a la comunidad para que puedan visitarlo, hasta el viernes.
“Estamos ansiosos por recibir al público para contarles lo que hacemos y como vivimos a bordo de este buque”, dijo Bastarrechea, parado sobre cubierta del “Leloir”.
Y luego, la bióloga Mariana Abelando explicó que lo que se investiga es la presencia de especies exóticas invasoras en puertos.
Son las especies que llegan al interior del río Paraná a través del agua de lastre y las incrustaciones pegadas en el casco de los buques internacionales.
Estos organismos viajan involuntariamente a través de los mares y ríos del mundo.
“Cuando llegan a un nuevo ambiente, allí se instalan”, explicó Abelando.
“Al carecer de predadores naturales se reproducen y generan problemas en el ambiente”, continuó la bióloga.
Estos problemas afectan a la salud, a la economía y a la ecología.
El organismo más conocido que suele verse en estas aguas del río Paraná es el mejillón dorado. Proviene de los puertos de China, “a donde las condiciones de sus ríos son bastante parecidas a las de nuestro río Paraná y por ello las tenemos acá”, dijo Abelando.
La presencia de estos mejillones dorados que llegaron a nuestra zona hace unos 30 años atrás generan “serios problemas económicos en toda la cuenca del Plata”, advirtió la bióloga, “incluso llegando a Brasil y Paraguay”.
Uno de los mayores problemas que generan los mejillones dorados es que “se adhieren a las tomas de agua, en las distintas ciudades que se abastecen del Paraná para su potabilización”, como ocurre en Santa Fe.
Pero también afectan a las represas hidroeléctricas y centrales atómicas, “que ven dificultado su trabajo”, dijo Abelando.
-¿Cuáles son las especies más exóticas que aparecieron en el río Paraná?, se le preguntó.
--En el interior del Paraná han aparecido algunas especies que causaron mayormente problemas ecológicos, al desplazar a otras especies. Son organismos microscópicos, no tan conocidos. Algunos son crustáceos o algas.
-¿El grado de contaminación de estas especies exóticas crece año tras año?
-Lamentablemente, sí. Este fenómeno ocurre en todo el mundo. Ahora, con todos los controles que se indica, debería disminuir.
-¿Cómo se contrarresta este problema?
-Realizando un cambio del agua de lastre en altamar, a través de planes de limpieza antes de ingresar al Río de la Plata, e instalando equipos de tratamiento a bordo.
Así se trata de eliminar la mayor cantidad de estos organismos que viajan como polizontes en estas aguas. Todo esto está contemplado en las leyes y normativas, muchas de ellas son convenios internacionales, para tratar de evitar que los barcos ingresen con estas especies.
Toda la información recolectada en la campaña por el río Paraná es estudiada por los biólogos que luego elaboran informes técnicos y los elevan al Ministerio de Ambiente de la Nación. Además, la información es divulgada en congresos y publicaciones científicas internacionales.
Las campañas del “Leloir” son constantes. “Todos los años salimos por nuestros ríos con distintos objetivos”, dijo la biólogo a bordo.
Hay estudios que se repiten todos los años en el río Paraná y el Paraguay desde hace más de 15 años.
Otros, en cambio, son puntuales. Como el del año pasado, en la Reserva de la Biósfera del Delta del Paraná. En esa oportunidad se realizaron cuatro campañas en las distintas estaciones del año.
En marzo pasado, durante el período de bajante histórica del río Paraná, los biólogos de la Prefectura realizaron una investigación junto a representantes del Instituto Nacional del Agua (INA), la Conae y el Conicet, en todo el curso del río Paraná y el Paraguay. El objetivo de dicha campaña fue determinar el estado de salud de este imponente río, uno de los ocho más importantes del mundo.
Todavía nos e dieron a conocer los resultados de dicho estudio.
“La verdad es que en general, el río está bastante bien en lo que respecta al oxígeno, temperatura y PH. Pero todavía estamos analizando las muestras -dijo la bióloga de la Prefectura-. Esto demanda mucho tiempo de procesamiento. Tanto la fase físico química como la biológica”, dijo sobre el final de la conversación con El Litoral.
El viernes, el “Leloir” zarpará nuevamente con rumbo al sur. Sus marineros de a bordo tienen previsto amarrar en las ciudades de Rosario, San Pedro y Zárate, entre otros puertos, antes de arribar a su destino final, en Buenos Aires.
Y en cada lugar continuarán recolectando muestras para los estudios científicos que se realizan.
Fuente: Nicolás Loyarte - El Litoral
Bahía Blanca / Buenos Aires / Argentina
