¿Tres meses más con el Paraná en baja?: desde el INA trazaron un duro panorama

23 septiembre 2024

El ingeniero Juan Borus precisó que el déficit hídrico en los suelos “se va incrementando y no hay una predicción de lluvias en el corto o mediano plazo que permitan esperar una mejora".


Los buques cargan hasta 8 mil toneladas menos producto de la bajante en la hidrovía. Foto Gente de Río.


Por Redacción Argenports.com

   Desde mayo pasado el río Paraná perdió en la zona de Santa Fe casi tres metros de altura, según mediciones de Prefectura, y el panorama podría continuar hasta fines de la primavera.

   Al menos así lo señala el ingeniero Juan Borus, responsable del pronóstico hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), quien aclaró que la crisis hídrica que atraviesa la cuenca es el resultado de la sequía y la escasez de lluvias que caracterizan a la región en el último tiempo.

   Como ha venido informando Argenports.com, la bajante del río viene impactando desde hace meses en la logística de las agroexportaciones por la Vía Navegable Troncal, obligando a los buques a cargar menos toneladas y aumentando el completamiento de bodegas en los puertos bonaerenses de Bahía Blanca y Quequén.

   En declaraciones a la emisora Uno 106.3, que reprodujo el diario Uno de la capital santafesina, el especialista señaló que en el litoral y la provincia de Santa Fe el panorama no permite ser optimista.

   "El déficit hídrico en los suelos se va incrementando y no hay una predicción de lluvias en el corto o mediano plazo que permitan esperar una mejora", advirtió.

Un proceso que comenzó en 2019

   A su entender, la situación que atraviesa el río Paraná no se relaciona con las anomalías térmicas del Pacífico, conocidas como la Niña y el Niño, sino que se circunscribe en un proceso de larga data que comenzó 5 años atrás.

   "Estamos viviendo un escenario largo que se enmarca en un ciclo que comenzó en la última parte del 2019. Hay que considerar que todo esto es continuación de aquello sucedido en los años 2020, 2021 y 2022; especialmente en 2021, que fue extremadamente crítico", precisó.

   Al respecto, el especialista remarcó que este largo proceso se caracteriza por la escasez de precipitaciones y una gran dificultad para fijar un horizonte lejano de pronóstico, debido a la presencia de una gran variabilidad climática.

   "Tenemos que acostumbrarnos a que tenemos una limitación grande en la capacidad de previsión de la evolución del clima más allá de los tres meses. A veces ni siquiera llegamos a los tres meses", aclaró.

   Borus dijo que “en principio, en lo que hace al tramo argentino-paraguayo del río Paraná, soy más optimista de lo que puedo serlo con respecto al tramo a los ríos provinciales".

   En tal sentido, esto se debe a que la situación del litoral es más grave y aseguró que, además de la dificultad que significa el déficit hídrico de los suelos que produce la sequía, en el litoral argentino se complica el crecimiento de los ríos provinciales debido a que "el aporte en ruta — del caudal de agua — desde Corrientes para abajo y en todo el litoral santafecino y entrerriano, en los últimos meses, ha sido escaso o nulo".

   "En algún momento alguna lluvia que se dio sobre Santa Fe o Paraná, permitió una recuperación pero fue absolutamente rápida, fugaz y acotadisima. Por lo tanto que los ríos provinciales estén en una condición tan ínfima complica la vida del Paraná mismo y agudiza los impactos", puntualizó.

Necesidad de una normalización

   Respecto a qué se espera que suceda para que mejore la situación, Borus explicó que no se trata de esperar una "lluvia salvadora que resuelva todo en 24 horas".

   Por el contrario, especificó que se necesita que se normalice la frecuencia de eventos climáticos sobre la región.

   "De esa manera las lluvias van a recuperar gradualmente el tenor hídrico de los suelos y después de ahí mejorar la condición de los ríos. Creo que toda la primavera podría encontrarnos con una situación crítica de escasez de lluvias sin una mejora sensible", indicó.