El principal objetivo del Gobierno es asegurar la provisión de gas y combustibles líquidos en pleno invierno.
Redacción Argenports.com
A diferencia de lo que sucedió en abril y mayo, esta vez el gobierno licitó al mismo tiempo la adquisición de gas natural y de líquidos. Enarsa lanzó una licitación para importar 13 cargamentos de LNG, en tanto que Cammesa concursó la compra de 8 buques de gasoil y fuel oil.
Como consecuencia del factor climático debido a las bajas temperaturas, julio suele ser el mes más complicado del año por el consumo residencial de gas y electricidad, que se dispara por el uso de equipos de calefacción.
Es por ello que el gobierno ya realizó compulsas internacionales para adquirir combustibles líquidos y de Gas Natural Licuado (GNL) para los meses de mayo y junio.
Faltaba julio, pero ya se lanzaron tres licitaciones en cabeza de Enarsa (volvió a llamarse de ese modo la semana pasada en reemplazo de IEASA) y de Cammesa, dos empresas controladas por el Ejecutivo, para importar cargamentos de GNL, de gasoil y de fuel oil que deberán arribar entre el 1 y el 31 de julio.
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En rigor, Enarsa lanzó un tender para comprar 13 barcos de GNL (9 para la planta regasifiacadora de Escobar y 4 para la terminal de Bahía Blanca). En tanto que Cammesa licitó la compra de cinco cargamentos de fuel oil por un total de 200.000 metros cúbicos (m3) y de tres de gasoil por un total de 150.000 m3, según figura en el detalle del pliego al que accedió EconoJournal.
Se estima que la factura total de la compra de todos los cargamentos rondará los US$ 1.500 millones.
Las licitaciones lanzadas evidencian un sutil, aunque no menor, cambio de estrategia comercial por parte del gobierno.
Hasta el momento, el plan oficial consistía en concursar primero los cargamentos de combustibles líquidos, que eran más baratos, y luego, con esas ofertas en la mano, licitar la compra de GNL, que cotizaba con un valor más elevado. Sin embargo, en las últimas semanas el arbitraje entre el gas natural y los líquidos cambió a nivel internacional.
Si hasta fines de abril era más conveniente por una cuestión de precios relativos operar el sistema de generación eléctrica con una mayor cantidad de combustibles líquidos, hoy no está claro que esa así sea debido a que el precio del gasoil se encareció sensiblemente por la falta de stock a nivel global.
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Frente a este escenario, Enarsa y Cammesa tomaron una decisión lógica de manera coordinada: licitar al mismo tiempo la importación tanto de GNL como de gasoil y fuel oil y una vez que se tengan las propuestas en la mano, ver qué cantidad de cargamentos de cada uno es más conveniente comprar.
La importación de GNL empieza a pegar de lleno en el balance de divisas del Estado.
“La semana pasada pagamos dos cargamentos de GNL, que costaron más de US$ 120 millones cada uno”, reconoció un funcionario del área económica del gobierno.
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Para él viene lo peor: la seguidilla de más de 60 cargamentos de combustibles importados que llegarán al país entre junio, julio y agosto.
Esos envíos sólo descargarán en los puertos argentinos si el Estado paga por anticipado las facturas en dólares de traders y petroleras.
Bahía Blanca / Buenos Aires / Argentina
