La multinacional Trafigura construirá una terminal para la exportación del crudo de Vaca Muerta por puerto Galván.
Por Adrián Luciani
aedgarluciani@gmail.com
Aunque sin pretender llegar a los números que supo lograr décadas atrás, cuando registró una media de 142 buques tanque por año en sus muelles, puerto Galván va en busca del terreno perdido.
Hasta comienzos de los ’60 este sector del sistema portuario de Bahía Blanca supo ser la principal terminal petrolera bonaerense, pero dicho sitio de privilegio comenzó a derrumbarse a partir de la inauguración de oleoducto entre Neuquén y Puerto Rosales, que canalizó el crudo hacia ese puerto vecino.
Sin embargo, ahora acaba de conocerse la decisión de la compañía Trafigura, propietaria de la refinería Ricardo Eliçabe, en la zona de Loma Paraguaya, de construir allí una nueva terminal para la exportación de petróleo, a escasos kilómetros de puerto Galván.
Playa de tanques en la refinería de Trafigura, en las inmediaciones de Galván. Foto Marcelo Posti / Google.
La empresa holandesa, uno de los mayores traders de combustible del mundo, piensa invertir 100 millones de dólares para instalar tanques, facilities y un muelle que sumará capacidad para exportar unos 15.000 m3 de crudo.
“La obra debería estar lista entre fines de 2023 y mediados de 2024”, precisaron al sitio especializado EconoJournal fuentes del mercado.
Según ese medio, la intención es complementar las obras de ampliación de transporte que realizará Oldelval para aprovechar el potencial de Vaca Muerta.
Trafigura opera la refinería Eliçabe desde 2017, cuando la firma holandesa se la compró a Petrobras.
Refinería de Loma Paraguaya. Foto Argenports.com
Si bien, como dijimos, hoy la estrella portuaria en materia de crudo es puerto Rosales, movilizando más de 12 millones de toneladas, es decir, más del 70 por ciento del crudo que transita por el país, Galván puede ir ahora por algo de la gloria perdida.
Aunque fundado para la exportación de cereales, y ahora dedicado principalmente a combustibles, pero también a insumos para los pozos petroleros de Vaca Muerta, sus orígenes como puerto dedicado al transporte de crudo están íntimamente vinculados al establecimiento de las refinerías de La Isaura (1926) y Esso (1928).
Vista aérea de la refinería de la Esso, en puerto Galván.
Galván fue el principal puerto petrolero del atlántico bonaerense hasta la finalización del oleoducto Challacó (Neuquén) – Puerto Rosales, en 1961, cuando comenzó a ser desplazado por este último.
Años atrás, un trabajo de investigación histórica realizado por el profesor José Antonio Mateo Oviedo reveló que entre los años 1951 y 1963 el petróleo venezolano era e que preferentemente llegaba a Bahía Blanca.
Entre 1951 y 1963 recalaron en Bahía Blanca 1.849 buques tanque, con una media de 142 al año, dando muestras de la importancia de Galván como puerto Petrolero.
Buque petrolero en los muelles de puerto Galván. Principios de la década del '70.
Las compañías importadoras de petróleo tenían sus tanques cerca del puerto, conectados por tuberías a todo lo largo de los muelles 8 y 9.
Por ejemplo, hacia 1963, Esso tenía 3 tuberías, mientras que Isaura, Ferrocarriles Argentinos, Shell e YPF contaban con dos cada una.
Además, había 5 atracaderos disponibles para buques oceánicos con líneas férreas a lo largo del muelle, usados para la descarga de buques tanque de YPF, Shell y Esso.
Por allí salía rumbo a otros puertos argentinos el petróleo procedente de Plaza Huincul.
Entre 2008 y 2009 se ejecutó un oleoducto que enlaza, con caños de 12 pulgadas (30 centímetros), puerto Rosales y la refinería de Loma Paraguaya, a lo largo de unos 42 kilómetros.
Por allí seguramente será transportado el crudo proveniente de Vaca Muerta a Rosales, dándole una nueva vida petrolera a los muelles de puerto Galván.