Por Redacción Argenports.com
La industria pesquera argentina atraviesa una crisis sin precedentes. Con más de 113 buques congeladores fuera de operación desde marzo, más de 5.000 marineros sin trabajo y pérdidas que ya superan los 200 millones de dólares, referentes del sector afirman que se trata del momento más crítico en la historia reciente de la actividad.
La temporada de langostino ya comenzó, pero la flota congeladora sigue amarrada en puertos clave como Mar del Plata, Puerto Madryn, Puerto Deseado y Ushuaia.
El impacto económico y social se extiende a lo largo de toda la cadena productiva, desde los trabajadores embarcados hasta las plantas procesadoras, el transporte y los exportadores.
Un conflicto laboral que paraliza al sector
Desde las cámaras empresarias CAPeCA, CEPA y CAPIP alertan que el actual convenio colectivo de trabajo, vigente desde 2005, se tornó inviable frente a la fuerte caída de precios internacionales.
Advierten que la negativa a revisar ese marco laboral impide adaptarse a un contexto económico totalmente distinto, dejando desprotegidos a los trabajadores que dependen de la actividad.
Mientras un marinero, con productividad normal, podría alcanzar ingresos brutos mensuales cercanos a los 10 millones de pesos, hoy la mayoría solo percibe el salario básico, en torno a los 500.000 pesos, debido a la inactividad.
“Queremos volver al mar. No es una discusión ideológica, es una urgencia económica y matemática. Cada día que pasa se pierde trabajo, competitividad y futuro”, remarcaron empresarios del sector, que insisten en la necesidad de retomar el diálogo de manera inmediata.
Reclamo de los tripulantes: “¡Salgamos a pescar ya!”
Según el diario marplatense La Capital, el conflicto también expuso una fuerte fractura entre los tripulantes y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), al que acusan de bloquear las negociaciones.
A través del sitio www.salgamosapescarya.com, marineros autoconvocados lanzaron una campaña que ya reunió más de 11.000 firmas, reclamando al gremio que permita alcanzar un acuerdo y habilite la salida de la flota.
“El SOMU no nos representa. Necesitamos soluciones, no más demoras”, expresan los tripulantes en los mensajes que acompañan la campaña digital, que suma adhesiones desde todos los puertos afectados.
Un sector estratégico, al borde del colapso
La pesca representa cerca del 4% de las exportaciones argentinas, genera más de 46.000 empleos directos y abastece a más de 100 mercados internacionales.
Su sostenibilidad —económica, social y ambiental— depende hoy de la capacidad del Estado, los gremios y las empresas para alcanzar consensos que permitan reactivar una industria clave para el desarrollo de las economías regionales.
La inactividad prolongada no solo golpea al presente del sector, sino que pone en riesgo su futuro en términos de competitividad internacional y de retención de mano de obra calificada.
Con cada semana que pasa, el mar argentino pierde oportunidades de crecimiento y exportación que serán difíciles de recuperar.