Según los registros, el barco tuvo numerosos propietarios y nombres. Fue construido en 1976 y se cree que usó por última vez una bandera de Tanzania.
Parece que la llegada del buque fantasma, que acaparó la atención del periodismo mundial a llegar, en febrero pasado, a las costas del condado de Cork, en Irlanda, no ha hecho más que generar gastos.
Según el diario Irish Examiner, mientras continúan los esfuerzos para encontrar el propietario del carguero “MV Alta” ya se gastaron más de 200 mil euros en inspecciones y retiro de cualquier carga potencialmente peligrosa o contaminante.
Las autoridades irlandesas decidirán qué sucederá con el barco. McCabe sugiere que recuperarlo sería costoso (Foto Cathal Noonan AFP)..
En tal sentido, se llevó a cabo una importante operación de limpieza que involucró la remoción de 80 barriles de petróleo y otros contaminantes potenciales, pero las facturas asociadas con el naufragio podrían continuar aumentando por la expectativa de más tormentas durante el próximo invierno en el hemisferio norte.
Se ha sugerido que una operación de salvamento completo podría costar entre 5 y 10 millones de euros.
El barco fue arrastrado contra las rocas de la costa irlandesa por la fuerza de la tormenta Dennis, a unos 5 kilómetros al oeste de Ballycotton el 15 de febrero.
En octubre de 2018, la Guardia Costera de los EE. UU. Había rescatado a 10 miembros de la tripulación del barco afectado a miles de kilómetros de la costa de Bermudas.
Lo que sucedió entonces no está claro, pero en agosto de 2019, el buque “HMS Protector” de la Armada británica se encontró con el “MV Alta” mientras cruzaba el Atlántico a la deriva.
El carguero de 44 años fue luego empujado hacia las rocas de la costa del pueblo pesquero de Ballycotton, condado de Cork, en febrero.
La llegada del barco generó curiosidad más allá del pueblo porque, aparentemente, se desplazó solo por miles y miles de kilómetros durante un año y medio, desde el sureste de Bermudas hasta Irlanda, a través del océano Atlántico.
“Abordar la embarcación es peligroso y, si ocurriera un incidente, podría ser extremadamente difícil y peligroso sacar una víctima del área”, dijo la Guardia Costera. Foto.Michael MacSweeney para The Journal.
"Este es un caso de uno en un millón", aseguró el jefe local de botes salvavidas de Ballycotton, John Tattan, mientras que el jefe de la Royal National Lifeboat Institution (RNLI) le dijo al diario Irish Examiner que "nunca antes había visto algo así".
"Tener un barco a la deriva así durante 18 meses no es común. Que se haya visto solamente una vez desde octubre de 2018 solo muestra cuán vasto es el océano", aseguró Robert McCabe, director de operaciones costeras de los Comisionados de Faros de Irlanda.
Los barcos dañados o hundidos siguen siendo propiedad de sus dueños, quienes son responsables de asegurar una solución, pero si dicho barco se considera un peligro para la navegación, las autoridades locales podrían hacer esfuerzos para remolcarlo.
Según el consejo del condado de Cork: "Aunque se hicieron algunos contactos iniciales con un posible propietario, hasta la fecha no ha habido confirmación ni aceptación de responsabilidad".
Se llevó a cabo una importante operación de limpieza que involucró la remoción de 80 barriles de petróleo y otros contaminantes potenciales, pero las facturas asociadas con el naufragio podrían continuar aumentando.
Se ha sugerido que una operación de salvamento completo podría costar entre 5 y 10 millones de euros.
Además, a pesar de los esfuerzos para asegurar el barco y las advertencias de no hacerlo, la gente ha podido abordarlo desde la costa durante la marea baja.
La novela que lo llevó a Irlanda comenzó en septiembre de 2018 cuando todavía estaba tripulado y navegaba de Grecia hacia a Haití.
Problemas no identificados a bordo provocaron un corte de energía y el “Alta” se quedó a la deriva durante 20 días unos 2.100 km al sudeste de Bermudas, hasta que fue detectado por la Guardia Costera de Estados Unidos.
BBC Noticias dijo que con solo dos días de comida a bordo para la tripulación, los guardacostas estadounidenses les arrojaron alimentos y otros suministros.
El barco fue visto por última vez en 2019 por un buque de la marina británica.
Pero como se acercaba un huracán, los patrulleros decidieron rescatar a los 10 miembros de la tripulación y llevarlos a Puerto Rico. Parcialmente dañado y sin tripulación, el “Alta” quedó a la deriva.
Luego, un año después, en septiembre de 2019, un buque de patrulla de hielo británico lo divisó en medio del Atlántico.
"Es posible que continúen los esfuerzos para recuperarlo, pero su futuro está en manos de otros", tuiteó el barco patrullero al comprobar que no había tripulación a bordo.